viernes, 19 de septiembre de 2014

El Presidente de Correos en España sube al estrado ante los ojos de medio Mundo y...

¿Por qué no hay motivación en Correos?

3. f. Ensayo mental preparatorio de una acción para animar o animarse a ejecutarla con interés y diligencia.

Así define la Real Academia Española la motivación. Se trata de una actitud tan necesaria en el ámbito laboral que toda empresa cuenta con estrategias para incentivarla. Sin embargo, en Correos parece que no saben de qué va la historia. 

Un ejemplo de ésto y que nos muestra el caos presente en la gestión de la empresa, que no hay planificación, y que además no hay un hilo coherente que aglutine todas las decisiones que se toman. Se trata del curioso fenómeno de las jefaturas durante las vacaciones de verano. Veámoslo. 

El presidente de Correos en España sube al estrado y ante los ojos de medio Mundo, explica que, en España, durante los meses de verano, los trabajadores fijos discontinuos ocupan las jefaturas de muchas unidades de reparto y de muchas sucursales, ya que ni los laborales fijos ni los funcionarios se presentan voluntarios para los puestos de jefatura de unidad de distribución ni de dirección de oficina durante estas fechas. 

Lo más probable es que medio Mundo, le preguntara al presidente de Correos que cómo es posible esta situación. Tiene una explicación clara, ningún trabajador funcionario ni laboral fijo está suficientemente motivado y sólo los fijos discontinuos que intentan trabajar los máximos meses posibles acceden a ser los jefes de sus compañeros fijos. Y eso que el presidente de Correos seguramente no se atrevería a explicar que esos fijos discontinuos que trabajan de junio a septiembre, durante el resto de los meses de manera esporádica trabajan como temporales. No lo explicaría porque seríamos la risa. 



 
Tanto los laborales fijos como los funcionarios tienen tanta desconfianza que los únicos que acceden a ser jefes y a sufrir la presión de serlo son los fijos discontinuos, que esperan que ofreciéndose voluntarios serán tenidos en cuenta para un empleo fijo. 


¡Únete a la plataforma de fijos discontinuos y lucha 
con ellos por un empleo estable todo el año!

domingo, 14 de septiembre de 2014

Cuando los sindicatos CCOO, UGT y CSIF, dejan de ser SINDICATOS, es cuando cogen el dinero que Correos les da

ESTA ES LA NOTICIA INICIAL
Condena a la empresa pública, que pactó con UGT y CC.OO. perjudicar a un colectivo de interinos, a pagar cuatro millones de indemnización.
LA GACETA. ES.- El Tribunal Supremo ha censurado la aparente connivencia entre Correos y los sindicatos mayoritarios, UGT y CC OO,que acabó ocasionando serios perjuicios a un colectivo de trabajadores interinos de la empresa pública. Por esa razón, el Alto Tribunal condenó el pasado 13 de julio a la empresa pública a indemnizar con 3,9 millones de euros a 159 trabajadores que se sufrieron las consecuencias de los pactos “discriminatorios” y “contrarios a la Constitución” que la compañía suscribió con las centrales mayoritarias y con CSIF en febrero de 2004.
Con esta sentencia, el Supremo pone fin a un largo procedimiento judicial que se inició precisamente cuando el acuerdo entró en vigor, en mayor de 2004, recién llegado el PSOE al Gobierno. El conflicto judicial fue iniciativa de un sindicato minoritario que cuenta con 13 delegados sindicales en la delegación de Correos en Barcelona, SiPcte-Usoc, que animó a los 159 perjudicados a demandar a la compañía.
Sociedad anónima
En 2001, Correos y Telégrafos se convirtió en una sociedad anónima pública. Inmediatamente, intentó sacar partido de su nueva naturaleza jurídica y empezó a abusar de la contratación de interinos a los que hacía rotar de forma irregular para evitar convertirlos en empleados fijos.
 El sindicato SiPcte-Usoc empezó a animar a los trabajadores a los que representaba a presentar demandas contra Correos por esas prácticas irregulares, con el objetivo de convertir sus contratos en indefinidos u obtener, en su defecto, una indemnización.
 Pero lo que originalmente parecía una demanda para convertir la concatenación de contratos eventuales en uno indefinido acabó con despidos improcedentes, una indemnización y la imposibilidad de volver a trabajar como temporal en la compañía, algo que ninguno de los demandantes había previsto.
 Y eso fue posible porque en el convenio colectivo de Correos de 2004, los sindicatos mayoritarios aceptaron incluir una cláusula en la que la empresa, de forma subrepticia, excluía a los trabajadores que hubieran actuado judicialmente contra la compañía de su bolsa de trabajo para temporales. El acuerdo sería renovado en el convenio colectivo que empresa y centrales sindicales firmaron el 26 de septiembre de 2006.
Complacencia (dinero a través del Acuerdo Marco de Relaciones Laborales. Nadie nos obliga coger el dinero. No hay que coger dinero que nos da la empresa a la que tenemos que fiscalizar)
Fuentes conocedoras del conflicto llaman la atención sobre la complacencia de las grandes centrales sindicales con las exigencias de la dirección de Correos. Y destacan que, con anterioridad, la compañía había acordado realizar aportaciones a los sindicatos por valor de más de 390.000 euros al año, parte de los cuales deben ser destinados a acción sindical (240.000 euros) y, el resto, para material de oficina e informática.
 La sentencia del Supremo cierra un proceso que, paso a paso, ha ido dando la razón al colectivo de trabajadores interinos que se vieron perjudicados por los acuerdos entre Correos y los sindicatos mayoritarios. El primer fallo judicial contra Correos se produjo en 2008, cuando el juzgado de lo social número 31 de Barcelona condenó a la empresa a indemnizar con 1,8 millones de euros a los 159 trabajadores que habían demandado a la compañía.
 Desde entonces, casi todas las decisiones judiciales han coincidido en afear la actitud tanto de los sindicatos como de Correos. El Supremo ha refrendado ahora esos planteamientos.
 Para los responsables del sindicato SiPcte-Usocel fallo del Supremo supone una clara censura a las direcciones de los sindicatos mayoritarios, porque consideran imposible que los delegados sindicales de las centrales en la compañía hubieran firmado esos acuerdos sin el conocimiento de sus superiores jerárquicos. No en vano, señalan las mismas fuentes, el acuerdo afectó a más de 6.000 trabajadores eventuales de Correos en toda España. Y, lo más importante, Correos es para las centrales mayoritarias una importante fuente de ingresos.
  • COMO ACABO TODO: finalmente los trabajadores fueron 170 (Dos sentencias de 159 y dos de 11, trabajadores afiliados a SiPcte-USOC, por nuestra denuncia, y cobraron 8.4 millones de euros de indemnización, y reingresaron en bolsas)

viernes, 5 de septiembre de 2014

Carteros: los Sísifos de Correos

Los delegados del SiPcte-USOC somos un poco raros, nos da por acompañar a los carteros en sus repartos, vivir con ellos las persecuciones de los perros en las urbanizaciones, ir con los carteros rurales montaña arriba, montaña abajo,  acudir a las oficinas y sucursales para estar junto a ellos durante una jornada laboral, en definitiva, conocer sus problemas de forma directa. Y además acudir a nuestros puestos de trabajo, ya que no siempre estamos liberados . No se puede ser sindicalista de Correos si nunca trabajas como empleado de la empresa. 

Por esta razón, el día 1 de septiembre de 2014 se nos ocurrió acompañar a algunos carteros de Barcelona a realizar su reparto a pie. Buscábamos repartidores que accedieran voluntariamente a permitir que nosotros hiciéramos su recorrido y su reparto, que fueran eventuales y que no hubieran repartido nunca esa sección. La idea era realizar todo su reparto, embuzonando todas las cartas ordinarias, pero reservando para ellos la entrega de certificados y notificaciones.

Las finalidades de este experimento eran: por un lado, ponernos en la piel de los repartidores en su primer día en una sección nueva,  y, por el otro, comprobar la viabilidad de la carga de trabajo atribuida al repartidor, escogiendo centros de reparto dimensionados.

El delegado que realiza esta crónica salió a las 10:15 de la mañana y regresó al centro de reparto a las 14:30 horas: "tuve que ir en bus y luego en metro dado que estaba lejos. Estuve repartiendo durante más de 4 horas, un carro completo, más saca y media, es decir casi tres carros de reparto. ¡Y, afortunadamente, solamente llevábamos 15 certificados!, pese a que no es lo habitual (supongo que porque era lunes y el día siguiente de la finalización de las vacaciones de agosto para nuestros usuarios). El cartero, a petición mía, no intervino, en ningún momento del reparto, de manera que era como si yo repartiera por primera vez aquella sección, es decir, su caso." 

Pese a que no es algo nuevo para nosotros, este experimento nos permitió comprobar, en primer lugar, lo absurdo que es el sistema que Correos lleva a cabo. Pudiendo contratar trabajadores permanentes todo el año, prefiere contratar por periodos de 15 días a una persona, por periodos de un mes a otro... y siempre en secciones diferentes. De esta forma absurda, improcedente y contraria a todo manual sobre organización del trabajo, los usuarios del correo en Barcelona (y en toda España), no consiguen nunca conocer al cartero, y el cartero no consigue nunca, conocer su sección. Es decir, para un puesto de trabajo que requiere de un servicio PERMANENTE, se contratan trabajadores eventuales que se van rotando.



En segundo lugar, el hecho de no conocer la zona de reparto, incrementa exponencialmente el tiempo requerido para el reparto, además de incrementar también el cansancio del trabajador. El conocimiento adquirido de éste no sirve de nada, dado que no volverá a repartir esta zona o quizá lo hará meses después

Nos recuerda, sobremanera, al mito de Sísifo, quien fue condenado, por los dioses del Olimpo griego, a cargar una pesada y descomunal roca hasta la cima de una montaña una y otra vez. Correos obliga a sus trabajadores a aprender nuevas secciones una y otra vez, con los esfuerzos físicos y mentales que ello conlleva y, además, con la certeza de que estos conocimientos adquiridos pronto dejarán de serles útiles. 

Ninguna empresa en su sano juicio mantendría un sistema de eventualidad o de rotación de sus empleados fijos en plantilla, que impide al empleado conocer su trabajo a la perfección, perjudica la imagen de la empresa y hace que el cartero tenga que emplear mucho más tiempo y esfuerzo en realizar su trabajo porque, siempre es nuevo para él. Cuando ya lo conoce, lo cesan, lo tienen sin trabajar varios meses y durante esos meses contratan a otro para su misma sección. 

Solo nos cabe imaginar una razón para que Correos emplee este tipo de contratación, y es que quiere que los empleados no adquieran antigüedad o que los funcionarios se cambien de ministerio y los laborales fijos acaben hartándose. Prefieren realizar contratos encadenados mes a mes para poder ahorrarse contratar festivos, sábados, domingos y puentes. Absurdo lo primero y de miserables lo último

Nos gustaría saber quién es la persona que, de manera totalmente absurda, organiza el trabajo. ¿Son los jefes de sector? ¿Los jefes de reparto? ¿El director territorial? ¿La mano negra? ¿Quién ha decidido que lo mejor es cambiar a un cartero cada mes para que nunca conozca su zona de reparto? Y, por supuesto, de lo que establece la ley de prevención de riesgos laborales sobre que "el trabajo se adaptará a la persona", de eso, ni hablar.